Pastorea mis sueños,
los alcanza con su perro San Bernardo.
Refulges en estallidos;
tu nombre y tu encanto imaginado,
pequeña fragante de niñez risas.
Tus lágrimas mojarán nuestra
ultimada soledad,
en tu caricia bañera navegante.
He de amarte pequeña, gota a gota,
hemos de amarte.
hemos de amarte.
Imagen bajada de google.
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