martes, diciembre 15

Como en eterno resplandor de una mente sin recuerdos o en la luna, así como si nada, devuelvo mis pasos a la incertidumbre del encierro que deshabita mis sentidos.
Dejo todo por que no hay nada que pueda asir,
Dejo todo por que el recuerdo es lo más pesado de dejarte,
dejo todo por cobardía quizás y una solidaridad intensa hacia tus ojos que ahora me miran con esa extrañeza desconocida de no saberte.
Me cubro, me aprieto, me concretizo, me desarraigo por que no hay más
lágrimas que quieran decir tu nombre, por que la rabia esta no es mia
y por que el amor se me asustó aunque beses mis pies y aunque la oda
refiera mi noble esfuerzo.
Sólo hay dos opciones, o tú o yo.

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