Dejas flores por que no sabes buscarme y despedir a estos cuerpos extrañados de distancia.
Dejas una casa para no renunciar a la inquieta opereta de mi voz.
Digo que mi lecho también es un sanitario y mi cobijo era tu abrazo tímido, aún así.

Florezco sospechosa mientras escribo con letras que no alcanzan la palabra. Recurro a un pasajero recuerdo para secar la lágrima dorada que tiñe esta desvencijada sonrisa.

Clamo por tu amor que no conozco...

Rasuro mi horario para no llegar tarde a todas partes , cumplo años normalmente y no saludo la bandera los lunes por la mañana.

Supongo que querrás escucharme ahora, ahora que te fuíste, ahora que los kilómetros alejan las diferencias que habitamos.