miércoles, mayo 6

Comprendo,
poco a poco, comprendo
la inefabilidad de las horas y sus punzantes complejos.
Comprendo ciertas cosas, matices que mi cabeza desproporcionada
no distingía con aqella lux y en la sombra llega a reflejar-se.

Yo soy todo y nada, hablo cuando mis palabras se ordenan
el lenguaje es básico y es lo más particular que tenemos
no me venzo en lenguajes vendedores de pomadas,
aunque venda los fines de semana.

Comprendo enredos que eran marítimos, de olas con ramas que agarraban los pies o algas que rozaban la piel sin que una quisiera, comprendo esta tranquilidad que se está viniendo , el reflejo azul de una noche gris y de gatos negros que se cruzan y saludan menos despiadados o que muestran la sonrisa de lado, al final una ya sabe con quien está hablando.

Pausa y conciertos.
Animalitos tallados.
Tierra y semilla
germinando.

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