jueves, octubre 2

Nuevamente Air es quien dirige este dolor que se enclaustra en mi cuerpo, tan innecesario.
Cambio mi respiración para poder sonreir sin que la lágrima perturbe a mi interlocutor que igual se sorprende no sé de qué. Los colores sorprenden mi visión estrecha, los verdes ojos grandes y figurativos de nada, sin expresión, ni vida ni muerte. Un rostro, una figura que ahora ella ama y sin final la tortura que la tortura, creo. O además de todo, me he engañado por tanto tiempo y el mar abre mis ojos y cierra mi boca?. Caigo de espaldas sobre la arena y me dejo arrastrar por sirvientes relámpagos que no queman más que mis sueños. El dolor del amor. Ríe, ríe, ríe para que de una vez pueda llorar.

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