Dicen que la lluvia es inminente, sin embargo, el sol bandurrea su mejor reflejo sobre las cabezas gastadas de estas gentes taciturnas que no ven nada más que sus oscuros zapatos o auscultan sus domingueras barrigas porfiadas. Pero así es, sin duda lloverá y no querrán mojar ni la punta de la nariz ni los zapatos, y taparán sus barrigas bajo mantas afiladas de oscuro paño. Así le tememos a la naturaleza, así no dejamos que entre a nuestra conciencia animal, la tapamos, la desollamos, la desdecimos... La oscuridad se viene en forma de palabras que caen como chaparrón, lloverá dos veces este día, para mí ya comenzó la plomiza transformación.
martes, agosto 26
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