miércoles, julio 2

advERtencIA*

El suspiro atraviesa la habitación, sin silencio.
La concentración ampara la nueva lejanía.
Silencio eterno para siempre y no es redundancia en el lenguaje,

ni en la emoción.

Podría hacerlo de otra forma y siempre elijo la destructora manera,

la oscura, la dañina, la caótica estructura del sentir.
Y deseando todo lo contrario no me lo permito,
sacio mi dolor en las palabras erectas,
confusas también por no saber transformar(se).

Todo soy y nada a la vez
la contradicción supera mis cálculos.
El infortunio de decir sin nada,
el infortunio de tener palabras distintas
a las nuestras.

Me muero en el asesinato de mi imagen,
me mato cada vez que digo,
suicida de las palabras,
construcción equívoca.

Cuidado, diré esta vez,
en vez de te amo.




*Nuevos escritos, 2008
Käel Torrente

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