Verdes los colores azules, lejanos.
Venías y te escurrías por mi naranjo,
rocíabas tus lilas en mis blancos,
tu negro remecía mis rojos,
sin embargo, no me asustaba tu celeste
y terminé amando tu café.
sin embargo, no me asustaba tu celeste
y terminé amando tu café.
1 comentario:
Buenas noches con su pelo enredado en las estrellas
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